Sol Cerrato Rubio, directora del podcast "El rincón de las letras 3.7" me ha entrevistado con motivo de la publicación de mi último libro "Alquimia". Aquí podéis escuchar la entrevista y el programa completo. Espero que os guste.
Sol Cerrato Rubio, directora del podcast "El rincón de las letras 3.7" me ha entrevistado con motivo de la publicación de mi último libro "Alquimia". Aquí podéis escuchar la entrevista y el programa completo. Espero que os guste.
En esta segunda entrega de “Living on the dancefloor” continúo mi tributo a grandes artistas de la música y la pista de baile.
Para los que deseen profundizar en la experiencia del baile, el amor y el sexo puro y hermoso pueden acercarse a mi libro “Arte de la danza”, publicado por “Los libros del Mississippi”. Se puede adquirir pinchando aquí.
En esta ocasión, tributo homenaje a dos referentes indiscutibles del drag español actual, Samantha Hudson y La Prohibida, en este impactante trabajo visual rodado por Fran Granada, Jesús Zambrana y Angélica Bustos. Ambientada en tiempos de la pandemia del COVID, un grupo de dance-kids queda confinado en “Disco Búnker” (sala Cool de Madrid, mítico templo gay del baile) y ahí es donde arranca la canción.
Las diosas del amor y el exceso, las dos mujeres de género cruzado, divino, completo, fuera de este mundo, son las diosas del hedonismo puro y simple, y por el confinamiento impuesto por las autoridades quedan así sumergidas en una vorágine de sensualidad táctil, visual y sonora que redescubren –o más bien reelaboran- los conocimientos mistéricos antiguos –que proporcionaban el vino y los alucinógenos ancestrales, pero en este caso redescubiertos –o reelaborados- en esa caja misteriosa que Prohibida abre y muestra a Samantha: la mágica cinta de cassete dorada de los tiempos antiguos previos a internet, que contiene una música potente y excesiva que se interpretaba sin máquinas, y que les va a servir para oficiar una nueva comunión con la audiencia en la pista de baile para catapultarlos al “disco jet lag” donde el tiempo y el espacio serán anulados.
Es en este espacio cerrado de la contracultura donde van a darse la mano Henry Purcell y Caravaggio –ambos artistas queer, como ellas, de siglos pretéritos, que han proporcionado obras maravillosas a la humanidad. Yo no sé si habrá sido intencionado por los directores de esta pieza visual, pero los momentos en que, como en una foto fija, se nos muestra a parte del coro sosteniendo en brazos a La Prohibida reclinada como una virgen, podrían haber sido pintadas por Caravaggio con el matiz trans mucho más allá de lo gay con que el gran pintor italiano camuflaba en sus obras la pulsión del deseo y la belleza